El eterno julio

Julio ha llegado y no es para quedarse. Pasará lento pero pasará. Para mí, y muchos de mis compañeros de institutos y colegios (sí, también compañeras pero soy de la vieja escuela que sigue usando el masculino genérico para designar a la clase sin pensamiento discriminatorio) que durante este mes de julio seguiremos sin saber dónde estaremos el próximo curso.

Fuente: https://twitter.com/barneyfarmer

Hace algunos años, unas décimas decidieron que mi plaza definitiva estuviera en el último pueblo del sur de la Comunidad Valenciana. Desde entonces, y por diversas circunstancias, el concurso de traslados no ha logrado acercarme a mi casa. Incluid en la ecuación que mi pareja también es profesora y que no tenía destino definitivo y ya veréis la de vueltas que le daréis a la cabeza: ¿concurso? ¿espero? ¿comisión de servicios? ¿dónde? ¿me la darán? ¿si no me la dan?

Así que este julio estoy en el andén, con mi mochila en la que llevo el portátil, esperando a que en el tablón de horarios salga mi destino en que estaré el curso que viene para coger un tren y otro. Sí, también mi mujer está en la misma situación. Doble espera, más variables en la ecuación.

Este es el eterno julio en el que, en vez de disfrutar los días para ir preparando las vacaciones, nos pasamos el día mirando la web de Conselleria para ver si van saliendo las listas de destinos de las distintas personas que están en una situación parecida a la nuestra: suprimidos, desplazados, comisiones, interinos... En algún momento saldrá la que esperamos. Estoy convencido de que, al igual que yo, viven este julio como si los días no pasaran. Los minutos son lentos y las listas no salen.

Un día menos para las listas. El eterno julio me acompaña aunque pasará.

Disfrutad el verano.


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