Me tuitea, no me tuitea, me tuitea, no me tuitea...


Buenas tardes a todos. Como bien sabéis los que habéis leído alguno de mis comentarios anteriores, uno de los grandes descubrimientos que hice hace un año fue el de Twitter. Desde entonces, he ido incorporándolo a mi práctica docente en la medida que los medios informáticos de los centros de trabajo (léase institutos) me han permitido.
Como imagino que pasa en la mayoría de centros Twitter está capado en mi red informática. ¡Qué desastre! ¡Qué alboroto! ¿Para qué van a usar Twitter en plena clase los alumnos? ¡Allí no se les ha perdido nada!
Esta herramienta que ofrece un potencial enorme en la educación no está siendo valorada por los grandes pensantes de la educación (léase Consellers o Conselleras (que este es mi caso), Consejeros, ...) ¿Una red social? ¿En el centro? ¿Para que estén enganchados todo el día? Si poco atienden ya...
Imparto dos módulos de Formación Profesional que están siempre en plena evolución: por un lado "Montaje y Mantenimiento de Equipos", es decir, Hardware por un tubo y por otro "Sistemas Informáticos" que es un refrito de Hardware, Redes, Sistemas Operativos Monopuesto y en Red. ¿Qué mejor manera de que los alumnos y yo como profesor podamos compartir todo lo que leemos y poder ponerlo en común explicando lo que no se entiende? Sí, habéis adivinado, Twitter. Rápido y llegando a todo el mundo. Una buena elección de hashtags y a funcionar.
Pero no, esto lo podemos hacer fuera de las horas de clase no vaya a ser que nos vayamos por los cerros de Úbeda (por cierto, próximo destino del EABE 2014)
Así que mi defensa del buen uso de Twitter en clase y un enlace que nos habla de Twitter en clase.
Un saludo a todos!

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